HOMEPAGE
ESTRENOS
VIDEOS
ARCHIVO
MOVIOLA
FORO
CARTELERA
PRENSA
ACERCA...
LINKS















CINCO SENTIDOS
(The Five Senses)

Canadá, 1999


Dirigida por Jeremy Podeswa, con
Mary-Louise Parker, Pascale Bussières, Richard Clarkin, Brendan Fletcher, Marco Leonardi, Nadia Litz.



Algo extraño me sucedió con este film canadiense que llega tardíamente a la Argentina, ganador de numerosos premios en varios festivales, como el de Toronto, y seleccionado para la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes. Hace aproximadamente dos semanas salí relativamente entusiasmado de la función privada para la crítica. Pero a medida que pasaban los días, mi entusiasmo fue decreciendo más y más. Lo peor fue que pronto descubrí que no sabía qué escribir sobre la película. Nada en contra, nada en su favor.

El argumento es fácil de resumir; el título ya es bastante explícito al respecto. Se trata de cinco historias que giran alrededor de los cinco sentidos (tacto, oído, olfato, vista, gusto) en forma supuestamente onírica e innovadora. No es tan así. El director y guionista Jeremy Podeswa recurre a una gama de recursos de lo más diversos. Algunos, como el almacenamiento en la memoria de sonidos por parte de un médico que se está quedando sordo, están llevados con cierta prolijidad y son simpáticos, aunque no dejan mucho más. Otros, como la actitud voyeurista que va adquiriendo una joven, son tratados en forma supuestamente "astuta", pero muy poco profunda. El arribo de un italiano en busca de una mujer canadiense (Mary-Louise Parker), de la que está enamorado, no despega nunca de la caricaturización del italiano medio.

Supongo que el gran defecto de Cinco sentidos es que no aporta nada nuevo en absoluto. Todo huele a rancio, viejo, ya visto y oído. Las reflexiones recitadas por los protagonistas no irritan pero tampoco inspiran adhesiones. Cinco sentidos no conmueve. A mí, al menos, no me movió un pelo. Siento un vacío enorme al escribir este texto, de poco más de dos mil caracteres. Me hace pensar que es probable que me haya perdido algo en el transcurso de la película, algo que el director quiso decirme, transmitirme o hacerme sentir pero que a mí no me llegó. ¿Me estaré convirtiendo en un (valga la paradoja) insensible? Quién sabe. Ante la duda, no pienso amargarme la vida por un film que de seguro no pasará a la Historia. ¿Será que soy tan frío como los canadienses? Valdría la pena darse una vuelta por allí. Canadá parece un país muy lindo y ordenado. Y de allí han surgido directores muy interesentes, como David Cronenberg.

Rodrigo Seijas      


Enviá tu crítica al Foro