HOMEPAGE
ESTRENOS
VIDEOS
ARCHIVO
MOVIOLA
FORO
CARTELERA
PRENSA
ACERCA...
LINKS















ADULTERIO
(We Don't Live Here Anymore)

Estados Unidos, 2004


Dirigida por
John Curran, con Mark Ruffalo, Laura Dern, Peter Krause, Naomi Watts, Sam Charles, Haili Page.



¿Por qué será que el cine indie yanqui necesita contar estas historias? ¿Ya nadie puede ser feliz, y no digo para toda la vida sino así, un poco, de a ratos, como se estila y se vive (que la eternidad es sólo para los muertos)?

Closer pero con hijos, que tampoco es tan distinto. Se los abraza, se llora (por uno, creyendo que por ellos), se los convoca en momentos en que ya no hay qué decir que no se entienda en las conversaciones de los adultos –que viven una adolescencia desfasada– y no más.

Dos parejas: Edith (Naomi Watss) y Hank (Peter Krause) y Terry (Laura Dern) y Jack (Mark Ruffalo). Ellos, profesores y amigos. Ellas, amigas. La infidelidad que se cuela como el deseo movilizante en una vida rutinaria. Sólo que en este film, premiado por su guión (basado en dos cuentos de Andre Dubus) en el Sundance Film Festival, podemos observar cómo lo otrora novedoso se ha vuelto clisé, y cómo lo que John Cheever –por ejemplo– supo plasmar en literatura como estilo, en el cine de John Curran se vuelve fórmula.

Desatinos a granel: la música grandilocuente; esa especie de flashback innecesario y repetitivo que muestra la relación sexual entre Ruffalo y Watts; la voz en off del personaje de Ruffalo, conduciendo el relato y haciendo caso omiso de la intención que el mismo director enuncia de sostener los cuatro puntos de vista de cada personaje; un color anquilosado y viejo...

También, aciertos: la continuación de las líneas de diálogo en escenas que muestran ese mismo instante en la vida de los terceros en este cuadrilátero; no explicar demasiado psicológicamente las acciones; los inserts de la barrera del tren y su paso; los constantes paseos por determinados lugares, de ida y vuelta, en bicicleta o en auto, corriendo o caminando, solos o acompañados que realizan los protagonistas, resignificándose.

Hay cierta tensión constante, que suspende o crea suspenso, pero que a la larga no pasa de un artificio, de una manera de renovar el "género" en el que se inscribe el film. Es que se nota demasiado.

Película de actores –dos de los cuales son sus productores–, Adulterio encuentra en ellos sus logros más notorios. Igual sorprende, o no tanto, que el reparto femenino sufra las humillaciones, cargue con las culpas y, a pesar de sus supuestos finales felices, no logre escapar de un mundo que las quiere bellas, puras y eternamente dependientes. (A no dejarse engañar: dar segundas oportunidades a determinadas relaciones o volver a casa de los padres cargando un hijo y varias frustraciones a cuestas no son finales y mucho menos felices.)

No me gusta hablar de lo que no fue, pero hay una cierta perversión en Edith y Jack, que (¿para exculparse?) fuerzan el adulterio de sus respectivos cónyuges y crean una situación que la película abandona casi inmediatamente, aunque podría haber devenido en algo más interesante que estos conflictos correctos y lavados de (y para) burgueses con tiempo de más, y sangre de menos.

Javier Luzi      


Enviá tu crítica al Foro