En
un año en el que se pudieron ver excelentes documentales argentinos como
Flores de septiembre, Los rubios y Bonanza, Yo no sé
que me han hecho tus ojos, dirigido por Sergio Wolf (crítico
cinematográfico, para más datos) y Lorena Muñoz, no tiene nada que envidiar
a los films anteriormente mencionados. Y eso es decir mucho.
Esta película que apenas
excede la hora de metraje se propone investigar la historia de Ada Falcón,
famosa cantante de tango de los años treinta, y su enigmática desaparición
de la vida pública a principios de los cuarenta, cuando aún estaba en la
cúspide de su fama. A la manera de un detective de film noir, Wolf
busca pistas, intentando averiguar en forma casi obsesiva el porqué, el
cómo, el cuándo de esa vida misteriosa. Entrevista a toda clase de personas
–muchas de las cuales conocieron a Falcón–, quienes aportan datos que
permiten ir armando el rompecabezas. Porque esta historia es eso, un
rompecabezas enterrado, oculto bajo las calles y edificios de Buenos Aires,
pero dispuesto a revelarse ante quien se proponga rascar la superficie. Wolf
lo hace, y con él nos enteramos de la lujosa vida de Ada, de su romance con
su mentor Canaro, de las peleas con ese hombre por diversas razones (ninguna
de ellas realmente confirmada) y de la súbita decisión de abandonar Buenos
Aires tras una revelación religiosa y una promesa ante Dios.
Este documental no pretende
ser una especie de "E! True Hollywood Story". Va mucho más allá. Permite un
diálogo entre el presente y el pasado, invitándonos a espiar un tiempo cuya
estética, códigos y comportamientos se extinguieron, e incluso se imagina
cómo miraría ese pasado a este presente. Lo hace a través de un montaje
virtuoso en el que se entrelazan imágenes, voces y canciones de ambas
épocas. Así, por ejemplo, podemos asistir a una conversación entre Wolf y
otras personalidades acerca de Ada Falcón en un estudio de Radio Nacional,
intercalada con imágenes de antiguas radios, como si en la cuarta década del
siglo XX se hubiese podido escuchar lo que se dice en la primera del XXI.
Así surgen las posibles reacciones a tamañas revelaciones sobre la famosa
cantante.
A
medida que transcurren los minutos, y a partir de la resucitación de
Ada, Yo no sé que me han hecho tus ojos se convierte
–intencionalmente o no, eso no importa– en una reflexión sobre la muerte. Y
de suyo, sobre un pedazo importante de nuestro pasado. En la escuela siempre
se repite una pregunta: “¿Para qué sirve la historia?” En su recorrido, este
documental ofrece las respuestas: para conocer el pasado y comprender el
presente; para conocer a los personajes que nos precedieron y encontrar
nuestra propia identidad.
Rodrigo Seijas
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