HOMEPAGE
ESTRENOS
VIDEOS
ARCHIVO
MOVIOLA
FORO
CARTELERA
PRENSA
ACERCA...
LINKS















BRIDGET JONES: AL BORDE DE LA RAZON
(Bridget Jones: The Edge Of Reason)

Inglaterra-Francia-Estados Unidos, 2004


Dirigida por Beeban Kidron, con Renée Zellweger, Gemma Jones, Jim Broadbent, Colin Firth, James Faulkner, Celia Imrie, Dominic McHale.



El primer diario de Bridget Jones finalizaba con la muchacha finalmente junto al abogado Mark Darcy. El segundo comienza de la misma manera, un mes y medio después. Ellos están felices, tienen muchas "revolcadas", como ella misma se encarga de aclarar, y todo va viento en popa. O no. Porque gordita, fumadora y acomplejada como es, Bridget está segura de que en cualquier momento alguna linda chica va a llegar para arrebatarle a su novio. A sus miedos contribuyen sus amigos, que no son precisamente los mejores consejeros.

De eso trata básicamente Bridget Jones: al borde de la razón. De los miedos y dudas de Bridget (interpretada nuevamente por Renée Zellweger), quien no tiene nunca nada claro y parece estar buscando siempre una nueva excusa para pelearse con Mark e incluso coquetear con la idea de acostarse con hombres que ya antes le habían demostrado que no valían la pena.

El argumento parece arbitrario y en realidad lo es, no sólo porque las situaciones están traídas de los pelos (y coronadas por un más que anunciado final), sino porque el film se complace en presentar toda clase de estereotipos. Por cierto que existen mujeres como Bridget, que no pueden convencerse de su propia felicidad y necesitan imperiosamente buscarse problemas, pero la idea que se nos sugiere es que todas las mujeres son así... y si no son así es porque son muy lindas o lesbianas.

Con los hombres sucede lo mismo. O son los mejores tipos del mundo, o irresponsables y mentirosos absolutos. No hay términos medios. No hay grises. Según la visión de Bridget Jones: al borde de la razón, la "sociedad occidental primermundista" parece dividirse en categorías claramente distinguibles, lo que constituye una falacia gigantesca.

Decíamos sociedad primermundista porque a mitad del metraje, el guión se permite introducir sin justificación alguna un viaje a Tailandia, en el que se retrata a las mujeres del "Tercer Mundo" como putas y criminales (aunque relativamente simpáticas, eso sí) y a los hombres de esas pobres latitudes como rufianes que pegan y prostituyen a sus mujeres.

De aquí surge un fuerte mensaje conformista en el peor sentido, y lo podríamos glosar así: ama al prójimo no por lo bueno o virtuoso que es, sino porque podría ser mucho peor. No importan los defectos, con tal de que sean menores (el grado de los defectos lo juzga el film, no los espectadores); ama al otro porque es inglés y civilizado, y no un feo criminal tailandés. Y cásate rápido con él, porque eso es lo que manda la sociedad occidental y cristiana, ya que al fin al cabo la soberbia y la dificultad para expresar afecto (críticas que Bridget formula a su novio Mark en un pasaje del film) son cosillas sin importancia.

Todo eso transmite Bridget Jones: al borde de la razón al público que va a verla, adocenado con canciones de Robbie Williams y Swing incluidas sin sentido cinematográfico o musical alguno, imágenes de Tailandia dignas del más elemental documental turístico y un par de chistes más o menos buenos. Todo envuelto en un prolijo paquetito que no se sabe si es inglés, hollywoodense o ambas cosas al mismo tiempo. Pero qué más da: mejor ni enterarse.

Rodrigo Seijas      

ARTICULOS RELACIONADOS:
   >Crítica de El diario de Bridget Jones


Enviá tu crítica al Foro